Como lo supuse,
el estribillo que el gobierno lanza a
los cuatro vientos sobre estar ejerciendo un “proceso de cambio” no es más que
una pantalla. Es cierto que la parte técnica y las largas horas de lectura
(para ponerme al día y entender los vacíos ocasionados por la discontinuidad de
personal) me engancharon. Elaborar informes técnicos se me hizo sencillo,
aunque tropecé con el problema de no contar con el poder de la información. Aun
así, fundamentar opiniones o respaldar un caso de biopiratería no son complejos
cuando uno entiende la situación más allá de los límites fronterizos.
Al mismo tiempo,
y aunque no lo consideré, me encuentro realizando un programa (no certificado) sobre administración pública. Lamento
confirmar que en efecto, el sistema de comunicación, documentación, archivo,
siguen siendo precarios. Me siento muchas veces como una Vilma Picapiedra,
enviando a un pajarito a que mande el mensaje y esperar que este no se pierda
en el camino.
Resulta irónico
que los funcionarios públicos de cargos más jerárquicos, se sienten con toda la
potestad de exigir que se elabore nuevamente una carta entera, simplemente
porque la persona que la transcribió cometió el
error de nombrar a un licenciado, ingeniero. ¡Y olvídese! Sus notas podrán ser devueltas si no incluyo
una muesca, si el margen no es bajo el formato caprichoso que manejan o no
utilizó el tipo correcto de letra. ¿Una nota, carta, informe no llegó a destino?
Lo invito a bucear en el fabuloso bosque manglar del CITEC. Si tiene suerte,
encontrará su hoja de ruta y podrá ver la cantidad de monitos que se
necesitaron para que esta fuera sellada más de 3 veces y por tanto la razón de
la demora en llegar a destino.
La productividad
no es medida en cuanto a la calidad de los productos requeridos, pero por un
relojito marcador, que una vez activado bien puede ser sólo un saludo a la
bandera. En muchos paseos a otras unidades del Ministerio me ha tocado llegar
justo a la hora del “refrigerio”, que curiosamente parece durar de 9 a 11:30 y
de 3 a 5:30….lo que nos deja con míseras horas de trabajo real. Pero ¡eso sí! A usted
lo controlarán deshumanamente. ¿Tiene una emergencia de familia? ¿Un accidente?
Que Dios tenga piedad de su situación, pues el personal de recursos humanos y
los miembros del “control” social, no encontrarán sus razones personales
válidas.
De todo, lo que
más asco me ha provocado son sus famosos cobros, o como son llamados acá: Aportes
”Voluntarios”. ¿Y para qué es utilizado este dinero? Campañas políticas, “canastones”
y sabrá Dios a quién más estamos beneficiando. Lo más descarado, es escucharlos decir ante cámaras
y micrófonos: No somos un gobierno corrupto. Cuando estos aportes “voluntarios”
sean registrados en planilla y realmente se conviertan en voluntarios,
reconsideraré mi posición. En la foto? la última de las beneficiarias de nuestro aporte "voluntario"... que desesperación! que no dejan al trabajador ganarse y gastarse su sueldo como le de la gana! 3% arrebatado para las manecitas de otra inutil.
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