En 1885, el
gran poder Europeo se reunió en Berlin para repartirse África entre ellos,
lanzando un periodo oscuro de explotación colonial.
Hoy, los
legisladores europeos se reúnen en Bruselas para intentar subyugar al
continente una vez más. Esta vez al ejercer presión para que renunciemos a las
innovaciones científicas que han revolucionado la agricultura en todo el mundo.
Esta nueva
ofensiva viene desde el Comité para el Desarrollo del Parlamento Europeo, que
ha preparado una resolución en borrador “instando a los estados del G8 a no
apoyar los cultivos genéticamente modificados (GM) en África”. Sorprendentemente
ha recibido poca atención en la prensa y es probable que reciba los votos
necesarios hasta el 6 de junio.
Como granjero
en Kenia que participa diariamente en la lucha para cultivar alimentos en una
tierra que no produce lo suficiente, tengo un mensaje corto para los bien
alimentados políticos, que podrían considerar apoyar esta medida
neo-colonialista: “DEJEN A ÁFRICA EN PAZ”.
Su hostilidad
hacia los cultivos (GM) ya nos ha dejado atrás por lo menos una generación. Por
favor no tomen un paso que podría empobrecernos a lo largo de otra generación,
al desalentar a los gobiernos Africanos de aceptar la importación de
tecnologías para los cultivos que los productores en otros lugares las tienen
aseguradas.
Acá en Kenia,
mucha gente lucha con la seguridad alimentaria, sin tener la certeza de como
podrán costear su próxima comida. Veo la evidencia de ello cada día. Con 46
millones de personas, un alto crecimiento poblacional, y una rápida
urbanización de nuestra tierra arable, nuestro reto quizás se acreciente de
forma negativa antes que podamos superarlo.
Los cultivos
GM pueden jugar un rol positivo, permitiéndonos cultivar más alimentos en menos
extensión de tierra y de forma económica y ambientalmente sostenibles. Los
granjeros como yo, necesitan acceso a la biotecnología agrícola.
En vez de
ordenar a África que abandone la ciencia, los europeos deberían escuchar lo que
sus propios científicos están declarando: La Comisión Europea y la Organización
Mundial de la Salud han avalado la seguridad de los cultivos GM. También lo ha
hecho la Academia Nacional de Ciencias, el grupo consejero líder en Estados
Unidos, que hace poco ha publicado un estudio comprensivo que apoya el uso de
cultivos GM.
Si el
Parlamento Europeo quiere ayudar a África, debería intentar difundir el
conocimiento científico entre los propietarios de tierra y los ciudadanos de economías
menos desarrolladas, permitiendo que nos volvamos autosuficientes en la
producción de los alimentos básicos, en particular aquellos que ayuden a
mejorar a la gran cantidad de agricultores africanos para garantizar la
seguridad alimentaria.
Lo que no
necesitamos, son más sermones de los europeos, cuyo estilo de vida se ve lujoso
para un africano común. Ellos quieren que nosotros nos quedemos con la
agricultura primitiva, estancados con tecnologías que ya eran anticuadas antes
que entremos al siglo 21.
Solo unos
pocos países africanos han aceptado el uso de cultivos GM, entre ellos Burkina
Faso, Sudán y Sud África. Sin embargo, podríamos ver un auge en los próximos
años.
Kenia está
lista para los cultivos GM. Tenemos una normativa vigente, coordinada por la
Autoridad Nacional de Bioseguridad. Los primeros ensayos con maíz GM están en
marcha, y pronto iniciaremos los ensayos con algodón GM. Aún no podemos
cultivar, consumir en el mercado o importar alimentos GM, pero estamos a punto
de levantar estas restricciones. Una vez retiradas, mi país disfrutará de una
nueva herramienta en la lucha contra el hambre.
Lo último que
necesitamos es un grupo de naciones ricas, frunciendo el ceño sobre nuestro
progreso, sin ningún entendimiento de nuestro conflicto.
Si África falla
en adoptar modernas técnicas para la producción agrícola, mi continente
enfrentará el desastre. Nunca podremos ver el potencial de la Revolución Verde
o la Revolución Genética. Los productores usarán más y más herbicidas y
pesticidas, afectando nuestros ingresos y poniendo en peligro la biodiversidad.
El costo de producción agrícola se incrementará, lo que significa que el costo
de los alimentos también aumentará. Más gente pasará hambre.
Este es el
futuro negro que esta resolución en manos del Parlamento Europeo nos pide que
abracemos.
Por fortuna,
la resolución no es vinculante. El Parlamento Europeo no puede forzar una
política sobre los miembros del G8 y al menos dos de sus miembros, Canadá y
Estados Unidos, seguro rechazaran esta.
Pero ese no es
el punto. África tiene el hábito de mirar siempre lo que Europa hace en cuanto
a liderazgo político y oportunidad económica, y lo que el Parlamento Europeo
decida, esta preferencia manda una señal importante.
Esperemos que
escoja lo correcto.
GILBERT ARAP BOR
Productor. Kapseret, Kenia.
(Gilbert Arap cultiva maíz, vegetales y tiene vacas lecheras en una granja de pequeña
escala de 25 acres en Kapseret, Kenia. Él es profesor en la Universidad
Católica de África del Este, campus Eldoret. Es miembro de la Red Global de
Productores sobre la Verdad del Comercio y Tecnología.).
Publicación original del 2 de junio de 2016 en http://globalfarmernetwork.org/2016/06/open-letter-to-the-eu-parliament-from-a-kenyan-farmer-leave-africa-alone/
Traducción libre CGP
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